Por qué empezamos con esto
En 2013 trabajaba en una gran asesoría donde todo era producción en cadena. Veías pasar declaraciones sin apenas tiempo para pensar si realmente estaban bien optimizadas. Me cansé de eso.
Decidí montar algo diferente. Un despacho donde pudiéramos dedicar el tiempo necesario a cada cliente, sin presiones comerciales absurdas. Queríamos hacer las cosas bien, aunque fuera despacio.
Hoy trabajamos con unas treinta empresas al año. Nada masivo. Así podemos conocer bien cada negocio y proponer soluciones que realmente tengan sentido para su situación concreta. Y francamente, así se duerme mejor.